Por: Alfredo Rdz. | Twitter @alfredordz83
Entorno a
los resultados de las encuestas para elegir al candidato de las izquierdas para
el 2012 (que ahora dice el IFE que no puede ser un método de elección), rumores
de todos colores vienen y van. Los rumores más fuertes, sin embargo, son los
que indican que Andrés Manuel sería el ganador, como además lo mostró la última
encuesta de Roy Campos, en la que AMLO llevaba 7 puntos de ventaja sobre Ebrard
entre población abierta y un verdadero mar de puntos por encima entre
militantes y simpatizantes de la izquierda.
Incluso se
habla de que Ebrard habría tomado la decisión de declinar antes incluso de la
aplicación de las encuestas de Covarrubias y Nodos, al saberse derrotado de
antemano.
Suponiendo
que en efecto sea Andrés Manuel el candidato del PRD-PT-MC y por supuesto, y más
importante aún, de MORENA, el dirigente social del Movimiento de oposición más
importante del país debe hacer lo posible por no ceder demasiados espacios a la
fórmula de esa “izquierda” entregada al régimen que representa Ebrard-Camacho-Chuchos.
Claro,
habrá los que piensen, y yo me incluyo entre ellos, que de hecho no debería
haber espacio alguno en la izquierda de cara al 2012 para quienes han estado
completamente alejados de la gente y bastante cercanos al régimen, para quienes
traicionaron un movimiento social de millones de mujeres y hombres que
necesitan y luchan por un cambio verdadero, para quedar bien con los
representantes de un modelo totalmente quebrado como lo es el actual régimen
oligárquico-neoliberal.
Pero no
pintemos escenarios idealistas y utópicos, ellos tienen, aunque poco, un poder
sobre las estructuras y eso le ayudará a Ebrard y los suyos a negociar espacios
(como podría ser la candidatura del D.F., candidaturas para senadurías,
diputaciones, así como hasta espacios en un probable gabinete lopezobradorista).
Lo
importante, y confío que así será, es que AMLO sea bastante hábil en este punto
y no ceda demasiado a dichos grupos, principalmente porque si la izquierda quiere
renovarse a sí misma y ser un factor de renovación general de la sociedad, como
bien lo ha dicho el propio AMLO, ésta tiene que ser un ejemplo, y no puede
seguir dando cabida entre sus filas a personajes sin principios, que han puesto
muchas más energías en tratar de destruir al propio movimiento ciudadano que se
ha construido en estos años en torno a Andrés Manuel, que en combatir a los que
han saqueado al país y su gente.
Y segundo,
porque el mismo Andrés Manuel, de llegar a la presidencia, pondría en aprietos
a su propia administración y proyecto con esa clase de políticos como “aliados”
en el papel y como saboteadores en los hechos. De muestra ahí está la actuación
de los chuchos durante estos últimos cinco años, que se encumbraron (como
Ebrard) gracias a la fuerza y el carisma de AMLO para luego atacarlo de todas
las formas posibles.
De alcanzar
la presidencia, AMLO tiene un compromiso tan inmenso con millones de personas,
que no podría permitirse ver obstaculizados los cambios profundos y verdaderos que
necesita el país por dar espacios a personas que lo que menos desean son esos
cambios. Ya bastantes obstáculos le pondrá la seguramente rabiosa oligarquía,
como para ponerse más él mismo.
El México que se debe forjar, necesitará de nuevas mujeres y hombres con principios
y valores, y la izquierda cuenta con esa clase de personas en MORENA, es a esos
ciudadanos a los que se debe dar paso para construir algo del todo nuevo.
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