jueves, 31 de mayo de 2012

Como Andrés Manuel, pocos.


Por: Lizbeth Adame.

“Casi todo político tiene tanta necesidad, en determinadas circunstancias, de un hombre honesto, que, cual si fuera un lobo hambriento, irrumpe en el redil; mas no para devorar el cordero robado, sino para ocultarse tras su lanoso lomo.” - Friedrich Nietzsche.

No, no estaba muerto ni andaba de parranda. El candidato de la izquierda ha resurgido positivamente en las últimas semanas, esto no producto de la casualidad, sino de sus bien implementadas estrategias de  campaña y de que la gente está cada vez más informada. Muchos de los que nunca hubieran pensado votar por un candidato de izquierda ya pusieron sus ojos en él.

Ejemplo de esto los miles de jóvenes que durante las visitas a Universidades privadas como la Ibero y el Tec de Monterrey se han detenido a escucharlo con la apertura necesaria que todo mexicano debería tener hacia cada uno de los candidatos en este tiempo pre-electoral; esos mismos que a la voz de "Presidente" aplaudieron cada una de sus propuestas; esos que en el pasado lo crucificaban por haber cerrado Reforma han caído en la cuenta de qué es lo esencial y urgente que necesita el país en estos momentos, y por ende, a quién necesita.

En mi opinión, la mayoría de las pobrezas de este país están basadas en la corrupción, acto que es, sin temor a equivocarme, ya una cultura para el mexicano. Sin duda un problema muy difícil de eliminar pero no imposible.

Estoy segura que Andrés Manuel es el único candidato que en el caso de llegar a la presidencia operaría para erradicar significativamente el problema ya que es uno de los principales enemigos de este tipo de abusos y lo ha demostrado por años. Si bien alguna vez por mala fortuna se rodeó de gente non grata, nunca se le ha podido comprobar a él mismo que sea corrupto por una sencilla razón, no lo es.

Un buen ejemplo de su rectitud tendrá que darnos en estos próximos días, dada la acusación que recibió en varios periódicos el día de hoy, los cuales argumentan que anda pasando charola a empresarios con el propósito de obtener 6 millones de pesos para su campaña.

En caso de que no haya sido él el que ordenó tal acción, debe de romper todo lazo con los integrantes de su campaña que decidieron por él y se encargaron de operar sin su consentimiento.

El deslindarse de ellos es bueno, pero más bueno sería que al menos les aplicara una buena reprimenda públicamente.

Al día de hoy, la mayoría de las encuestas lo posicionan arriba de la candidata del PAN, la cual por falta de apoyo de su partido, de inteligencia o de carisma no ha llegado a convencer a muchos. Hecho que también le ha ayudado a Andrés Manuel a catapultarse  hacia a la segunda posición en la contienda.

A un mes de la campaña no creo que la tendencia a la alza del candidato de la izquierda pare, porque, les guste a muchos o no, es el candidato que al país urge.
Pocos políticos decentes, rectos,  justos y honestos, entre ellos Andrés Manuel.

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