miércoles, 14 de octubre de 2015

Carta de Andrés Manuel López Obrador al Papa Francisco.

 

Estimado Papa Francisco:

Vine a entregarle una medalla de Fray Bartolomé de Las Casas, defensor de los índios, en el inicio de la dominación colonial en México. Le dejo mi modesto presente y esta breve carta, cuyo propósito principal es transmitir mi más sincero reconocimiento a su labor, no solo como representante de la Iglesia Católica, sino como un Papa misionero, de verdad cristiano.

Puede decirse que todos los Papas han sido cristianos y consecuentes pero, como se sabe, esto no ha sido cierto ni tendría que serlo, necesariamente. A diferencia de Dios, somos seres humanos con errores y aciertos. Por ejemplo, hubo un Papa que se atrevió a bendecir y reconocer al dictador que ordenó asesinar al presidente Francisco I. Madero, nuestro apóstol de la democracia. Pero eso, desde luego, no es usted. De allí mi profunda admiración a su persona y a su liderazgo. 

Por lo mismo, celebro su decisión de visitar nuestro país el año próximo. Su presencia, en estos tiempos aciagos será de gran aliento para nuestro pueblo. Su mensaje espiritual ayudará a que no se pierda la fe en la justicia y a mantener encendida la llama de la esperanza. 

Por nuestra parte, le compartimos que continuamos trabajando para lograr una transformación que nos permita eliminar la corrupción política, que ha sido la causa principal de la desigualdad, de la pobreza y de la violencia que padecemos en México. Este cambio de régimen lo estamos impulsando por la vía pacífica y electoral, convenciendo, incluso, a los adinerados de no dar la espalda a los que sufren, bajo la premisa de que solo siendo buenos podemos ser felices, y de que por el bien de todos, primero los pobres. 

Me despido de usted, reiterando mi más profundo reconocimiento y respeto. 


Andrés Manuel López Obrador.

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