Por: Alfredo Rdz. | Twitter: @alfredordz83
La Ciudad  de México tiene tanta historia de
lucha social y tantos militantes de izquierda probados, que es inaudito que
Mancera sea siquiera una posibilidad. No creo que un policía sea la carta que
deba presentar la izquierda a una elección. Todo policía lleva consigo
intrínsecamente, por su propia formación, un espíritu reaccionario y
autoritario, espíritu que la izquierda siempre ha combatido y tiene el deber de
seguir combatiendo.
En
contraposición al típico regionalismo reaccionario que defiende la idea de que
sólo los habitantes de determinado lugar pueden opinar sobre lo que allí
ocurra, me tomo el derecho, no siendo habitante de la capital, de opinar de lo
que allí sucede. Y lo hago porque pienso firmemente que lo que allí acontece
tiene una importancia que sobrepasa por mucho lo estrictamente local.
Sin
idealizar la realidad del D.F., pues no es éste una isla y está tocado también
de alguna u otra forma por los espantosos efectos del modelo de rapiña
neoliberal que han impuesto los gobiernos federales del PRI y el PAN en las
últimas décadas, también es cierto que la capital del país es hoy por hoy, y
por mucho, una ciudad modelo en muchos aspectos, y si eso es posible, es
gracias a que se ha generado un contrapeso a los gobiernos federales con
administraciones de izquierda (o de centro-izquierda en el caso de Ebrard) que
han impedido que el neoliberalismo deje su terrible huella ahí en la misma
dolorosa magnitud en que la ha dejado en prácticamente el resto de las
entidades del país.
 
Para todo
aquel que está a favor de una sociedad con más igualdad, con más justicia
social, con mayores oportunidades, derechos y libertades, el D.F. sin duda se
ha vuelto no un perfecto, pero sí un muy buen referente para poder explicar de
manera más concreta a los habitantes del resto del país lo que podríamos lograr
llevando a un plano nacional las políticas públicas que en la capital se han
llevado a cabo.
El D.F.
debe seguir siendo ese ejemplo que es hoy, pero para que eso suceda debe
mantenerse dentro de la línea progresista que hoy sostiene, pero lo preocupante
es que hay un real amenaza de que eso deje de suceder cuando uno de los aspirantes
más importantes al cargo de Jefe de Gobierno es un personaje sin ninguna
referencia, historia ni antecedente dentro de la izquierda ni del movimiento
social, como lo es Miguel Ángel Mancera.
Así que por
el bien de los propios capitalinos, para que puedan seguir avanzando en ese
proyecto de ciudad que vienen gestando de tiempo atrás, como por el bien del
país mismo, para que todos los y las militantes progresistas puedan seguir
teniendo un referente concreto que les ayude a seguir convenciendo conciencias
en pro de la construcción de ese mejor país que nos merecemos todos, lo mejor
será que al D.F. lo siga gobernando la izquierda, pero una izquierda con
contenido, con principios, social, auténtica.
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